DESCRIPCION
Un refinado ático en el corazón del casco antiguo de Tallin. Alquiler en la calle Pikk: "Un hogar lejos del hogar". Hay lugares que no necesitan presentación. La calle Pikk es una de ellas. Pero casas como esta, discretamente escondidas, con vistas panorámicas al mar y a los tejados del casco antiguo, son escasas. Este no es un apartamento de exhibición. Es una residencia para quien valora el espacio, la proporción, la elegancia serena y la sensación de estar en casa. En casa de verdad. El espacio se distribuye en dos plantas con una inteligente zonificación y una sutil interacción entre amplitud y privacidad. La luz natural fluye generosamente por los interiores, sin llegar a abrumarlos. Cada estancia ofrece presencia y pausa. Vigas originales cuidadosamente conservadas, materiales naturales y líneas arquitectónicas claras crean un ritmo tranquilo, pausado y armonioso. En la planta principal, un amplio salón con chimenea se abre al patio. Una espaciosa cocina-comedor y un amplio dormitorio o espacio de trabajo independiente, fácilmente adaptable a las necesidades del residente, incluyen el dormitorio principal, un baño, una sauna y un lavadero con lavadora y secadora. Abundan los armarios y el espacio de almacenamiento. Los materiales y la luz se combinan para crear una atmósfera coherente y equilibrada: cada zona tiene su propia identidad, pero se integra de forma natural en el conjunto. La planta superior ofrece tres habitaciones independientes y un baño adicional. Con acceso tanto desde el recibidor principal como desde una escalera privada cerca de la cocina, la distribución ofrece la separación ideal para un adulto joven, invitados o un estudio. No se trata simplemente de distanciamiento arquitectónico, sino de una lógica espacial que fomenta la independencia sin aislamiento. La terraza de la azotea y el balcón junto a la cocina se alzan sobre los tejados del casco antiguo. No están diseñados para ser expuestos, sino para su uso: para el café de la mañana, para un descanso tranquilo al mediodía o simplemente para desconectar y respirar. Las vistas abarcan el horizonte del casco antiguo y, desde el balcón de la cocina, hacia Kalamaja y el mar. La estufa de leña, hecha a mano, es a la vez comodidad y un recuerdo: una invitación a un estilo de vida donde cocinar y comer en casa forman parte del ritmo de vida, no reservado para ocasiones especiales. Nos recuerda que el lujo no reside en los efectos, sino en los sabores, los aromas y la calidad del tiempo compartido. El apartamento también es lo suficientemente espacioso como para albergar reuniones privadas con facilidad. El edificio en sí es digno y está bien mantenido. La presencia de seguridad diurna en el vestíbulo no es tanto una protección, sino un discreto gesto de cuidado. Hay opciones de aparcamiento disponibles para los residentes empadronados en el Casco Antiguo. La vida aquí transcurre a un ritmo diferente, sin prisas, sino con intención. El apartamento no está amueblado, lo que da al residente la oportunidad de definir el espacio por completo. No para decorar, sino para interpretar. Este es un hogar para quienes buscan no sensaciones pasajeras, sino una esencia duradera. Buscamos inquilinos que lo consideren una residencia a largo plazo (contrato mínimo de un año). Alquiler mensual: 3450 €. Gastos no incluidos: una media de 450-750 € al mes. Gastos de alquiler: un mes de alquiler + IVA.