DESCRIPCION
El Castillo de Llaés no es solo una propiedad: es una página viva de la historia catalana, restaurada con respeto, habitada con amor y abierta al mundo.
Ubicado estratégicamente en lo alto de una colina en el término municipal de Ripoll (Girona), y rodeado de un entorno natural de gran belleza, este castillo fue documentado por primera vez en el año 919, siendo una de las fortificaciones más antiguas del territorio. Desde sus orígenes, desempeñó un papel clave en la defensa y estructuración del territorio durante la época carolingia y la reconquista. En torno al castillo nació un pequeño núcleo medieval que aún hoy conserva el encanto de tiempos remotos.
Durante siglos, el Castillo de Llaés ha sido testigo y protagonista de la historia, pasando por diversas manos nobiliarias y resistiendo guerras, transformaciones políticas y el paso del tiempo. En el siglo XIX aún mantenía parte de su estructura defensiva y su iglesia románica de Sant Bartomeu, del siglo XI, sigue en pie como testimonio de su herencia religiosa y cultural.
Un legado cuidadosamente preservado
En los últimos años, los propietarios actuales han llevado a cabo un meticuloso trabajo de restauración y conservación, respetando al máximo la estructura y los materiales originales. Esta labor ha sido guiada por un profundo compromiso con la protección del patrimonio histórico y con el objetivo de mantener vivo el espíritu del castillo, integrando comodidades modernas sin alterar su autenticidad.
Gracias a estos esfuerzos, el castillo ha sido rehabilitado como alojamiento turístico con licencia legal, ofreciendo una experiencia exclusiva e irrepetible. Sus espacios permiten a los huéspedes sumergirse en la historia sin renunciar al confort. Se alquila actualmente para estancias vacacionales, escapadas culturales y retiros privados, lo que lo convierte en una propiedad con valor patrimonial y potencial de rentabilidad inmediata. Un lugar fuera del tiempo
Rodeado de montañas, senderos naturales y una tranquilidad absoluta, el Castillo de Llaés es ideal tanto para un proyecto cultural o turístico, como para quienes buscan una residencia singular, cargada de historia y rodeada de naturaleza. Su posición dominante ofrece vistas inigualables al Valle del Ter y a los paisajes del pre-Pirineo catalán.
Comprar el Castillo de Llaés es convertirse en guardián de un legado milenario, pero también es abrazar un estilo de vida único.
Una oportunidad única de adquirir una propiedad donde el pasado y el presente dialogan con armonía.