DESCRIPCION
Cuando recibí la llamada sobre una nueva adquisición en Rovereto, aún no sabía que entraría en una casa con tanto potencial. Al llegar al edificio, en un barrio tranquilo y bien cuidado, me cautivó de inmediato el entorno: tranquilo, verde, perfecto para criar niños.
Subí las escaleras. En cuanto entré al apartamento, ubicado en la primera planta, me di cuenta de que era una casa llena de historia, pero también con mucho que ofrecer. Miré a mi alrededor con atención, intentando imaginarla con otros ojos: los de una familia joven que busca espacio, funcionalidad, pero también calidez y ambiente.
El apartamento es amplio: la entrada da paso a un amplio salón con suelo de madera original, que conserva todo el encanto de la época. Desde aquí, se accede a una cómoda terraza con vistas al parque, ideal para relajarse en familia.
El salón se complementa con una elegante cocina independiente, equipada con una despensa con ventana, y un comedor muy luminoso. El baño principal es espacioso y cuenta con ducha, además de acceso a un amplio balcón que conecta el baño con la cocina.
La zona de noche consta de cuatro dormitorios, perfectos para una familia numerosa con niños de diferentes edades, y un segundo baño.
El apartamento necesita algunas reformas, pero su distribución y tamaño lo hacen extremadamente versátil. Una posible solución podría incluir una zona de noche para los padres y otra para los niños, cada uno con su propio espacio, gracias a los dos baños y a la buena separación entre las zonas.
La propiedad también incluye un gran ático, actualmente sin terminar, pero con suficiente altura y superficie para crear un segundo apartamento independiente con dos dormitorios y dos baños. Es una solución perfecta para los abuelos, un espacio privado para los hijos mayores o incluso como inversión.
El amplio jardín compartido en la parte trasera y el entorno verde y tranquilo hacen de esta casa la opción ideal para quienes buscan espacio, comodidad y calidad de vida en un entorno seguro y familiar.
Salgo a la terraza y me detengo un momento a contemplar el parque. Pienso en una familia como la mía, con cuatro niños jugando abajo, bicicletas aparcadas en el patio, almuerzos dominicales en el luminoso comedor. Mis padres ya son mayores, pero esta también habría sido una forma estupenda de criarlos.
Sonrío. Esto no es solo un apartamento en venta. Es una casa lista para convertirse en el centro de una nueva historia. Mañana se la ofrezco a una pareja a la que sigo desde hace tiempo. Tienen dos hijas y un sueño claro: encontrar por fin el lugar ideal donde echar raíces. Este podría ser su hogar, o el tuyo.