DESCRIPCION
En el corazón de la Costa Blanca, en Jávea, se alza una villa que trasciende el concepto de hogar para convertirse en un manifiesto de arte, historia y naturaleza. Una obra maestra mediterránea concebida por Farida Grewal, arquitecta y diseñadora de interiores, que ha impregnado cada rincón con su visión y sensibilidad, asegurándose de que cada detalle respire autenticidad.
La propiedad despliega 1.000 m² de superficie habitable diseñada con precisión, en perfecta armonía con la pendiente natural del terreno y el paisaje circundante. Sus 5 suites y 6 baños completos, junto con un elegante tocador para invitados, proporcionan comodidad y privacidad en perfecto equilibrio. A esto se suma un apartamento independiente con cocina preinstalada, ideal para invitados o personal.
En el interior, la villa presenta acabados de la más alta calidad y piezas de diseño de marcas internacionales como Porada, Minotti y Molteni. La cocina principal, construida por TM Italia, está equipada con electrodomésticos profesionales Wolf y sistemas de refrigeración Liebherr integrados, que combinan elegancia y funcionalidad al más alto nivel.
Los espacios exclusivos refuerzan el carácter único de la propiedad: una sala de cine privada, un amplio gimnasio, una oficina y un vestidor que conecta con el garaje para tres coches. Un amplio vestidor junto a la piscina, muy bien pensado, con ducha independiente, aseo y otras comodidades, hace que esta casa sea fácil de vivir, satisfaciendo todas las necesidades imaginables. La residencia también incluye un gran lavadero, un ascensor, aire acondicionado central y calefacción por suelo radiante, lo que garantiza un confort absoluto durante todas las estaciones.
Cada detalle interior refleja un compromiso con la perfección: desde un conducto de lavandería que conecta la suite principal con el cajón de la ropa sucia situado debajo, hasta las paredes y los zócalos a ras, refinamientos reservados para los proyectos más prestigiosos. Como dijo Mies van der Rohe: «Dios está en los detalles».
El exterior es una obra de artesanía monumental. Su fachada de piedra natural, elaborada durante tres años por maestros canteros de las Islas Baleares, confiere a la villa la presencia de una escultura habitable. Frente a ella, la imponente piscina está acompañada por una fuente tallada en la misma piedra, creando un conjunto que dialoga con el paisaje mediterráneo y transforma el espacio exterior en un escenario único de belleza y serenidad. La piscina también cuenta con iluminación multicolor de fibra óptica, que refleja las estrellas en el agua y convierte cada noche en un espectáculo sensorial.
El jardín, diseñado y plantado personalmente por Farida, es una extensión viva del alma de la casa. Más de cien camiones cargados de tierra fértil transformaron el antiguo terreno en un refugio orgánico donde ahora prosperan plantas con flores, olivos, cítricos, árboles frutales, hierbas aromáticas y un productivo huerto. Muchas especies fueron traídas de la Toscana, mezclándose en un ecosistema sostenible y exuberante que florece durante todo el año. Los caminos de piedra y los muros centenarios, magistralmente restaurados, evocan la vida rural del pasado y confieren a la finca un carácter histórico único.
