DESCRIPCION
A pocos minutos del centro histórico de Montalcino, cuna de uno de los vinos más célebres del mundo, se alza una prestigiosa finca agrícola que encarna la esencia de la Toscana más auténtica. Un oasis de 24 hectáreas que abraza suaves colinas, viñedos y olivares, donde tradición, naturaleza y excelencia conviven en perfecta armonía.
No se trata solo de una propiedad, sino de un pequeño universo: cuatro edificios, cada uno con su propia identidad y función.
En el corazón se encuentra una casa de piedra con carácter auténtico, que dispone de tres dormitorios, dos baños y un jardín que parece un cuadro toscano.
A poca distancia, un segundo edificio, actualmente destinado a oficinas y venta directa, está listo para convertirse, mediante una refinada renovación, en una residencia privada con encanto.
Una bodega subterránea, perfecta para conservar y envejecer los vinos, garantiza estándares profesionales.
Finalmente, una antigua ruina, testigo de siglos pasados, ofrece posibilidades de restauración y revalorización.
Un sistema fotovoltaico de 15 kW y un pozo artesiano privado hacen que la finca sea autosuficiente en energía y agua.
El corazón palpitante de la finca es su producción vitivinícola de élite. De las 7 hectáreas de Sangiovese nacen vinos que pertenecen al Olimpo de la enología: el Rosso di Montalcino, joven y vibrante, y sobre todo el Brunello di Montalcino, uno de los vinos tintos italianos más raros, prestigiosos y costosos del mundo.
Cada año se producen alrededor de 20.000 botellas, fruto de un terroir único y de un proceso productivo orientado a la excelencia absoluta. El Brunello di Montalcino, con su capacidad de envejecimiento y su fama internacional, representa una verdadera inversión enológica: un vino de colección, subastado en las casas internacionales más prestigiosas y solicitado por entendidos y restaurantes con estrellas Michelin.
La gama se completa con la Grappa di Brunello, un elegante destilado que realza aún más el valor de la marca, y con productos exclusivos que cuentan el alma de la finca: aceite de oliva virgen extra de calidad superior, aceites aromatizados, gelatinas de vino y miel artesanal procedente de 400 colmenas.
En definitiva, esta propiedad no es solo una finca agrícola: es un equilibrio perfecto entre historia, belleza y rentabilidad. Un lugar para vivir, producir y acoger, en el corazón de una de las regiones vinícolas más icónicas del mundo.
