DESCRIPCION
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Hay lugares en Florencia que no se pueden simplemente describir:hacen falta escucharlos,respirarlos,vivirlos.En Via Romana,justo frente a la entrada del Jardín de Boboli,a pocos pasos del Palazzo Pitti y del Teatro Goldoni,se esconde una porción extraordinaria de una residencia del siglo XV,parte de un complejo histórico que a lo largo de los siglos ha visto pasar nobles,generales,poetas y artistas.Esta casa mantiene viva la memoria de un pasado ilustre.El inmueble,sujeto a protección de Bienes Culturales,conserva todo el encanto de una época que ya no existe,pero que aquí aún respira.En estos muros han estado viajeros,músicos e intelectuales:cada ambiente conserva una vibración antigua,una energía sutil que se percibe apenas se entra,una combinación de paz e inspiración.El acceso se realiza a través de un gran atrio majestuoso,donde el eco del pasado permanece suspendido en el aire,y por una puerta discreta se llega a la planta baja del antiguo edificio.Aquí se abre un espacio sorprendente:la cocina original,alta,larga y estrecha,aún con sus elementos de piedra,con una gran campana secular y un lucernario a cinco metros de altura que deja pasar un rayo de luz vertical,clara y casi sagrada.Detrás de dos grandes dependencias,debidamente adaptadas de antiguos trasteros y hoy libres y listas para reinventarse,subimos los primeros seis pequeños escalones hasta un rellano acristalado,habilitado como pequeño estudio:un refugio abierto,sin paredes,con curiosos elementos de mobiliario de diferentes épocas,intervalo poético entre la entrada y la verdadera casa.De aquí,seis escalones más conducen al baño principal con ducha,un pequeño rincón útil para lavandería,y finalmente los cuatro últimos escalones abren al corazón de la casa,donde el distribuidor conduce,a la derecha,a la zona de descanso,y,a la izquierda,a la zona de día.La zona de descanso alberga una gran habitación principal de planta redonda,perfectamente visible según el plano catastral,rarísimo indicio de la antigua presencia de una torre integrada a lo largo de los siglos,con dos ventanas y una puerta que da acceso al primero de los múltiples accesos a la luminosa logia,la cual a su vez se asoma al silencioso jardín,donde el silencio domina y hace imperceptible el hecho de estar en el centro,mientras la luz cambia continuamente,de color a cada hora,además de un pequeño baño privado que conserva intacta la gracia de las casas de antaño.Al otro lado,se abre el espacio más espectacular:dos grandes salones contiguos y escalonados que se prolongan naturalmente hacia una cocina viva y colorida,ubicada al fondo,desde la cual,como desde cada punto de la zona de día y de noche,se accede a la larga logia habitable en la planta superior,con más de 40 m² perimetrales que rodean la casa de norte a sur,con múltiples accesos y ventanas para cada estancia.Un espacio abierto y a la vez cubierto que da a un jardín privado y silencioso,un mundo acolchado que parece flotar sobre los muros históricos de la ciudad,donde el silencio domina y hace imperceptible el hecho de estar en el centro.El inmueble,de unos 150 m² (160 comerciales),distribuido en tres plantas dentro de un edificio con un total de 10 unidades,se presenta en buen estado general,con gastos de comunidad contenidos,de unos 600€ anuales.La orientación principal suroeste,la presencia de una chimenea funcional y la conexión de fibra óptica hacen que los espacios sean habitables y contemporáneos,sin alterar el encanto histórico.Aunque en buen estado general,la casa requiere revisión de instalaciones y toda la distribución interior se presta magníficamente a una reinterpretación creativa,manteniendo sin embargo intacta su alma original.Es una de esas raras residencias donde se puede imaginar una restauración a medida,capaz de realzar el encanto antiguo con toques de diseño y funcionalidad contemporánea.Entre vigas vistas,suelos de terracota antiguos,alturas irregulares y ventanas que enmarcan fragmentos del centro histórico,el inmueble muestra una personalidad muy fuerte:forjada en el tiempo,habitadas por artistas y hoy enriquecida por intervenciones cromáticas y decorativas del propietario actual,también hijo del arte de la decoración,nieto de un artista estadounidense que vivió y trabajó aquí.Es ideal para quienes buscan inspiración y libertad:no está pensada para familias con niños o personas con movilidad reducida.No busca confort moderno,la racionalidad o la simetría,sino que ofrece espacios vivos,creativos,llenos de historia,luz y poesía.Cada detalle es una historia,cada pared un relato:las paredes coloreadas,los suelos desgastados,el diseño de los techos,la luz deslizándose por los pasillos.Vivir aquí significa habitar un fragmento único de Florencia,un rincón del pasado milagrosamente intacto,donde el arte no está colgado en las paredes,sino que fluye por las venas de la casa,preparado para acoger a quien quiera senti