DESCRIPCION
Lugar dedicado al bon vivre, esta magnífica finca de auténtico estilo toscano comprende una espléndida casa de labranza con varias dependencias y se extiende sobre unas 50 hectáreas de terreno, 2,5 de las cuales están plantadas con uvas Sangiovese, Merlot y Cabernet Sauvignon.
El complejo, parcialmente renovado en 2012 en un estilo rústico chic, consta de una elegante casa principal de aproximadamente 500 m2 más varias dependencias de servicio, dispuestas en dos niveles y totalmente reconstruidas desde los cimientos. Aquí, el tono cálido de la piedra vista armoniza con el rojo de las contraventanas, creando un ambiente acogedor y refinado. En el interior, seis habitaciones con baño privado, dos grandes salones diáfanos y una gran cocina abierta a una magnífica terraza panorámica con vistas a la antigua iglesia parroquial del siglo IX, adornada con objetos romanos.
La propiedad se completa con una segunda masía de 600 metros cuadrados dividida en tres pisos independientes, cada uno con su propia cocina, para un total de otros seis dormitorios y tres cuartos de baño y una planta entera a desarrollar según los propios deseos; una tercera masía de aproximadamente 200 metros cuadrados con un gran limonar y almacén que puede convertirse en edificio residencial y, por último, un granero de 150 metros cuadrados.
La propiedad cuenta con una bodega equipada con cubas y equipos de vinificación, ideal para quienes deseen vivir y producir su propio vino en el corazón de la Toscana y, como telón de fondo, un centenar de olivos para la producción de aceite de oliva virgen extra, así como una despensa, un estudio y un garaje para dos vehículos todoterreno: una imagen perfecta del estilo de vida toscano.
Situada en una colina entre Florencia y Pisa, la propiedad goza de un acceso cómodo y directo, a pocos minutos de un animado pueblo con todos los servicios. Se puede llegar fácilmente sin conducir por caminos de tierra y ofrece la rara combinación de privacidad y proximidad a los servicios, inmersa en la auténtica tranquilidad de las colinas toscanas salpicadas de viñedos, olivares, cipreses y antiguas aldeas.
La zona de San Miniato es mundialmente conocida por sus preciadas trufas blancas y sus vinos de excelente calidad, auténtica expresión de una de las tradiciones enogastronómicas más célebres de Italia.
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