DESCRIPCION
La Villa sul Lago, en el corazón de Gaiole en Chianti
Hay un punto, entre Siena y Florencia, donde el tiempo se detiene.
Un lugar donde las colinas se persiguen suavemente, vestidas de viñedos, de olivos antiguos y de bosques de pinos y robles que huelen a verano. Aquí, en el corazón del Chianti Classico, se encuentra una propiedad como pocas en el mundo: una finca de 120 hectáreas que encapsula la esencia misma de la Toscana.
Antiguamente reserva de caza de la nobleza florentina, hoy la villa domina desde lo alto un extenso terreno armonioso, como una reina que observa su propio reino.
Enfrente, un lago privado, raro y poético, refleja el cielo y las viñas: un pequeño milagro natural que da vida, luz y frescura a todo el valle circundante.
La Villa y su corazón
El cuerpo principal, la villa señorial, conserva el encanto de la antigua elegancia toscana: muros de piedra, vigas a la vista, suelos de terracota desgastados por el tiempo y grandes chimeneas que cuentan historias de caza, vino y familia.
Alrededor, tres casas para los huéspedes, cada una con su propio jardín, su propio ritmo lento y su propia vista del campo.
A pocos pasos, un restaurante agrícola recibe a aquellos que desean degustar los productos de la finca: vino, aceite, miel y frutos de la tierra, cultivados de forma orgánica y auténtica.
El corazón productivo - Viñedos y olivares
En las laderas más soleadas, se extienden seis hectáreas de viñedos DOCG Chianti Classico, cultivados con Sangiovese, una variedad noble y símbolo de la región.
Cada hilera es cuidada con respeto y amor, en el pleno espíritu de lo orgánico, para obtener un vino que habla de tradición y territorio.
Más abajo, más de 1,700 olivos dibujan los lados, dando un aceite de oliva virgen extra de altísima calidad, perfumado, dorado, equilibrado.
El bosque y la reserva privada
En el lado más salvaje, 95 hectáreas de bosques unidos e incontaminados custodian la tranquilidad.
Cipreses, robles, castaños y pinos marítimos componen un paisaje antiguo, perfecto para aquellos que aman la naturaleza auténtica o desean un refugio de caza privado, un pequeño paraíso de fauna y silencio.
El pueblo secreto
En el punto más bajo de la propiedad, entre el verde y los arroyos, se encuentra un pueblo milenario, con tres edificios de piedra que rodean el antiguo molino.
Un microcosmos fascinante, con piscinas, terrazas y dos hectáreas de prados llanos.
Aquí el tiempo adquiere otra medida: la de los atardeceres que se reflejan en el agua y las noches de verano pasadas entre música y vino.
Un biotopo toscano perfecto
Toda la finca es un biotopo natural raro, un conjunto armonioso de colinas, bosques, aguas y cultivos que se complementan entre sí.
Todo está a pocos pasos del centro de Gaiole in Chianti, con sus cafés, tiendas, eventos internacionales como la Eroica y la Mille Miglia.
Sin embargo, a pesar de la cercanía, aquí reina el silencio: solo el canto de los grillos, el viento entre los cipreses y el aroma de la uva en vendimia.
Posición y potencial
A una hora y media del mar ligure y a menos de una hora de Florencia y Siena, la propiedad es fácilmente accesible, pero completamente protegida del frenesí del mundo.
Ofrece infinitas posibilidades:
Residencia privada de gran representación
Finca vitivinícola y olivarera orgánica certificada
Agriturismo de encanto con restaurante y hospitalidad difusa
Reserva natural y de caza privada
Un lugar para vivir, no solo para poseer
Esto no es simplemente una propiedad.
Es un mundo suspendido entre la historia y la naturaleza, donde cada piedra, cada árbol y cada gota de vino cuentan la Toscana más auténtica.
Un refugio para aquellos que buscan belleza, autenticidad y espacio, donde la vida se mide en atardeceres, no en relojes.