DESCRIPCION
En uno de los escenarios más sugestivos y buscados de Vicenza, inmersa en el verde de las colinas de Monte Berico, se encuentra esta espléndida villa que encarna la esencia de la vida elegante y reservada. Una residencia que une la sofisticación de la arquitectura veneciana tradicional con el confort de espacios amplios y luminosos, diseñados para acoger con calidez y discreción.
Desde el primer vistazo, la propiedad impresiona por su carácter auténtico: el techo inclinado, las vigas de madera, las amplias cristaleras y los tonos naturales de la fachada dialogan armoniosamente con la naturaleza circundante. La atmósfera que se respira es la de una casa construida para perdurar en el tiempo, donde cada detalle cuenta una elegancia sobria y sin artificios.
Al cruzar el umbral de entrada, se es recibido por un amplio salón con chimenea, el corazón palpitante de la casa. Aquí, la luz que se filtra por las grandes ventanas ilumina los suelos de terracota y las vigas a la vista, creando un equilibrio perfecto entre solidez y calidez hogareña. Es un espacio que invita al relax y a la convivencia, donde imaginar veladas frente al fuego o tardes tranquilas sumergidas en la lectura.
La zona de día se extiende en ambientes fluidos y acogedores: un comedor elegante, una cocina de gusto rústico pero refinado, y un estudio o biblioteca que evoca las antiguas casas de campo venecianas, con las paredes revestidas de libros y luz natural. Cada ambiente transmite una sensación de continuidad y armonía, como si la casa estuviera en constante diálogo con el paisaje exterior.
Al subir al piso superior, la zona de noche se revela en todo su esplendor: las habitaciones, amplias y luminosas, están acabadas con suelos de parquet que amplifican la sensación de calidez e intimidad. Las vigas de madera y las ventanas que dan al verde otorgan una poesía simple y auténtica. Aquí el tiempo parece ralentizarse, y cada despertar está acompañado por la luz que acaricia las colinas de Monte Berico.
Los baños, cuidados con materiales de calidad y detalles artesanales, combinan estética y funcionalidad, mientras que los espacios accesorios —lavandería, trasteros y garaje— garantizan la máxima practicidad sin renunciar al estilo. En el exterior, un amplio jardín privado rodea la villa, ofreciendo rincones de calma y privacidad: un porche ideal para almuerzos de verano, un césped que desciende suavemente hacia el valle, árboles maduros que enmarcan la casa como en un cuadro impresionista.
Esta villa es más que una residencia: es un lugar del alma, donde la naturaleza y la arquitectura se encuentran para crear un profundo sentido de equilibrio y belleza.