Con un territorio de más de 9,6 millones de km2, la República Popular China es el tercer país más grande del mundo con una gran variedad a nivel de clima, características geográficas y recursos naturales. La inmensa nación, compuesta por la etnia Han y por otras 55 minorías étnicas, tiene más de 5000 años de historia y ha conservado innumerables patrimonios históricos lujosos, virtud y tradición. La hospitalidad y la gentileza del pueblo con los extranjeros es conocida a nivel mundial. Hoy, China es el país que conoce el crecimiento económico más fuerte del mundo, gracias también a las colaboraciones y a los intercambios económico-comerciales con los países extranjeros. No es extraño que el país acoja cada vez a más trabajadores internacionales. La elite extranjera vive principalmente en las grandes megalópolis como Shangai, Pequín y Hong Kong, conocidas por los rascacielos, los numerosos inmuebles de lujo e infinitos entretenimientos. Además, hay numerosos hospitales, hoteles de prestigio, bancos y otros servicios que están exclusivamente dedicados a una clientela extranjera. La riqueza económica de estas localidades ha creado un mercado inmobiliario de lujo muy desarrollado: las clásicas casas de alto standing “Hutong” en el distrito de Chaoyang y de Xicheng en Pequín, las villas de prestigio con estilo europeo con jardín privado en los distritos de Jing’an y Xuhui en Shangai, los exclusivos apartamentos dúplex en los edificios residenciales de Hong Kong… Estas megalópolis no duermen nunca a causa de los centros comerciales que están abiertos todo el año, los distintos tipos de disco bar, los bares de vinos y tantos otros lugares de diversión. Quien prefiera un ambiente más tranquilo, se concentrará más en las ciudades de “segunda fila” como Dalian, Suzhou, Xiamen y Sanya, caracterizadas por los paisajes naturales y por el típico estilo de vida local. Son localidades ideales para adquirir una bella casa de lujo.